martes, 30 de junio de 2009

La foto de tu vuelo.


Jamás va a borrarse de mi mente la imagen que mis ojos grabaron de ese instante.
El viento la tomaba, la envolvía en sus mil brazos y la llevaba.
Claudio abría sus brazos en un saludo que me hizo recordar al de un niño, cuando se da vuelta en la puerta de la escuela, para despedir a esa mamá que sabe, volverá.
Para lograr ese impulso que la liberara, Adriana necesitó acercarse a sus hermanos.
“Acompañame…” pidió a uno de ellos con lágrimas. Se oía suave, como un ruego apagado, pero lleno de tristeza y hasta algo de miedo.
Sergio no tardó en abrazarla amorosamente y así, bien juntos, animarse a las olas frías, a la arena que no paraba de cambiar de formas y al aire de aquella playa, que pareciera que nos conoce y ya la estaba esperando.
Y ahí sucedió esa imagen de la que hablo. Tomó el recipiente entre sus manos y dio un salto. Estilizado, amplio. Parecía una bailarina de un ballet trágico.
Ya está. Ya estaba en todos lados. Agua, cielo, médanos. Es todo tuyo y en la mayor paz. En nosotros también estás. Sin lápidas que medien, sin flores arrugadas, que nada dicen del amor de alguien que pasó por este mundo y dejó su marca.
Esos son tus hijos. Gente buena y orgullosa de los padres que les hicieron conocer la vida.
Esos son tus hermosos nietos.
Los ves desde arriba, mientras te hacés dueña de la altura.
Así te despiden. Lo hacen sólo de ese cuerpo que tanto te costó el último tiempo. Porque se quedan acá tu historia, tus cuidados, tus rabietas y el amor, que no conoce a la muerte cara a cara.

Sil.
29/06/09

Nota: La Negrita, mamá de Sergio. Murió el 23/06/09 a las 10 a.m.

miércoles, 3 de junio de 2009

Lunes 5 de junio de 2006


El viernes, hace 3 años que llegó tu ausencia.
A las 19 hs. de un penoso lunes.
Pero la sensación de tu mano aferrada con fuerza a la mía (que jamás se borra de la memoria de mi piel) y la certeza de que estás cerca, le dan batalla cada día.